Existen medicamentos llamados anorexígenos, su función es disminuir o suprimir el apetito, y en su defecto provocan sensación de plenitud como si se hubiesen ingerido alimentos; entre los más conocidos son: la anfetamina y sus derivados, la fenfluramina.
Sin embargo estos medicamentos tienen reacciones adversas que afectan estimulando al sistema nervioso central y esto puede causar que se manifiesten cuadros de irritabilidad, nerviosismo, inquietud, insomnio, mareos y visión borrosa, dolor de cabeza a manera de cefalea, cansancio, dependencia, tolerancia; por esta razón el uso de estos anorexígenos por un tiempo prolongado no es recomendable, por ello se deben seguir medidas como seguir una dieta y hacer ejercicio físico.
Los anorexígenos no son recomendables en personas que sufren de hipertensión arterial, insuficiencia coronaria, hipertiroidismo, arterioesclerosis, glaucoma, madre gestantes no deben por ningún motivo usar estos productos
Si el médico receta el uso de anorexígenos no olvide controlarse continuamente su presión arterial, y la frecuencia del ritmo cardiaco.
En vista de que producen insomnio no debe tomarlos al menos seis horas antes de acostarse.
Jamás aumente la dosis dada por su médico aun cuando los resultados no sean los que usted espera, recuerde que su cuerpo puede desarrollar dependencia.
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